Si bien el sueño de la primera vivienda, presente en una inmensa mayoría de la sociedad chilena, se pueda convertir en una motivación más a largo plazo, hoy en día este se mantiene como uno de los deseos más trascendentales de quienes ya comenzaron su vida laboral y buscan emprender un proyecto de vida, ya sea en solitario, o en familia.
Quienes optan por independizarse, en general, apuestan en primera instancia por la búsqueda de arriendo de un departamento. Dado el considerable incremento en los precios de estos, muchas veces recurren al mecanismo de renta complementaria para concretar el acuerdo. Así, los ingresos de dos o más personas se pueden sumar para demostrar una renta más alta y poder acceder a una propiedad de mayor valor.
En la mayoría de las plataformas, para quienes desean arrendar una propiedad, deben demostrar tener ingresos que sean tres o cuatro veces el valor de lo que deben pagar por esta, lo cual constituye un requisito de alta complejidad, sobre todo para aquellos que están comenzando sus carreras y sus salarios aún son relativamente bajos para este fin. En el caso de que decidan comprar, el desafío es aún mayor, porque además del dividendo, deben tener solvencia económica y ahorros para el pago del pie inicial.
De acuerdo con la información revelada por un reciente estudio publicado por TGA (Trend Group America), un 84% de los encuestados en la región Metropolitana, buscan departamento como vivienda, que si bien suele tener menos metros cuadrados, su precio también puede llegar a ser elevado producto de otros atributos como lo son la accesibilidad, barrio en el que se encuentra, cercanía a servicios básicos, entre otros.
La encuesta, además, demostró que el 47% de las personas que han iniciado el proceso de cotización por una vivienda, no se sienten suficientemente preparados ni capacitados para tomar esta decisión, debido a la falta de conocimiento sobre créditos hipotecarios, tasas de interés e inflación, procedimientos notariales, etc. Este inconveniente se suma a las trabas que se presentan a la hora de querer comprar o arrendar una propiedad.
En el mercado existen alternativas que pueden contribuir a mantener con vida el sueño de la casa propia. Hogarízate es una fintech inmobiliaria que usando las mismas reglas del mercado ofrece una propuesta innovadora para acceder al crédito hipotecario. El sistema permite convertir el arriendo en el pie que se necesita para comprar una vivienda.
Para esto, se conectan a actores del mercado inmobiliario para facilitar el acceso a una vivienda propia. El mecanismo consiste en que un inversionista adquiera la propiedad en la que tiene interés el comprador y el usuario firma el contrato de arriendo y compraventa por cuatro o cinco años, mientras tiene la opción de vivir en ese lugar, como si fuera propio. Por el momento, solo es posible utilizar los programas de Hogarízate para adquirir propiedades nuevas, ya sea casas o departamentos en la Región Metropolitana.
Posteriormente, al pagar oportunamente todas las cuotas mensuales, se reúne el pie requerido por los bancos para pedir un crédito hipotecario. La compra definitiva de la propiedad se da al término del plazo del programa que se haya elegido.
Con este modelo de negocio, se genera una coyuntura poco usual, pero muy valiosa. El resultado es que el arrendatario puede vivir en el inmueble que pasará a ser su futura propiedad desde un inicio, incluso puede decorarla y hacer cambios en ella. Los pagos mensuales serán parte del pie que se debe aportar para poder comprarla luego de que transcurran los años acordados en el programa.
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